A través de análisis de texto durante el proceso constituyente impulsado el 2015 en el gobierno de Michelle Bachelet, los investigadores buscaron distinguir las características comunes entre las personas que forman las agrupaciones de las distintas orientaciones políticas en nuestro país.
Un nuevo estudio desarrollado por investigadores del Centro de Investigación en Complejidad Social (CICS) de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, revela cómo los rasgos psicológicos individuales, como el sentido de agencia y las actitudes modales, diferencian las ideologías políticas, realizando un análisis de texto entre los 106.000 participantes del proceso constituyente de 2015.
“A través de este estudio, empleamos un enfoque basado en redes para representar la ideología política y las diferencias psicológicas que las caracterizan, identificando tres clusters ideológicos principales en las dimensiones de Valores y Derechos: la derecha, la izquierda tradicional y la izquierda progresista”, explica la investigadora principal del artículo que fue parte de su tesis en el Doctorado en Ciencias de la Complejidad Social UDD, María Paz Raveau, y profundiza en que “al entrelazar diversos hilos, desde la psicología del locus de control y la agencia, hasta las metodologías emergentes en el análisis de textos, logramos profundizar en cómo la psicología individual moldea esta ideología política”.
Entre los principales hallazgos, el estudio revela importantes diferencias entre las tres tendencias políticas. “La izquierda progresista es predominantemente más joven y educada, y resuena con movimientos como el Frente Amplio, al atraer a individuos con un sentido colectivo de agencia y un enfoque en la justicia social”, afirma la investigadora, agregando que “también exhiben una actitud normativa, pero a menudo emplea la voz pasiva, lo que le impide identificar actores responsables de las acciones”.
En contraste, el estudio muestra que la izquierda tradicional es más explícita al identificar al Estado como la entidad responsable de garantizar los derechos de segunda generación. Esta diferencia sutil entre ambos grupos es particularmente evidente en la dimensión de Valores, donde la izquierda tradicional enfatiza la naturaleza fundamental de los valores e identifica a la sociedad tanto como beneficiaria como actor responsable.
Por su parte, la comunidad de derecha presenta otra capa de complejidad. Contrario a lo que se pensaba, este grupo demostró actitudes evaluativas hacia los Derechos en lugar de los Valores. Esto se atribuye al énfasis de este grupo en los derechos de primera generación, que son de naturaleza negativa. Los resultados muestran que estos derechos negativos provocan actitudes evaluativas, sirviendo así como indicadores de valores.
Los investigadores analizaron los clusters comunitarios del proceso constituyente impulsado durante el segundo período de Michelle Bachelet, enfocándose en las redes de Valores y Derechos, basadas en los datos recopilados durante la fase participativa de este proceso. “A través de estos clusters, descubrimos las huellas lingüísticas que indicaban orientaciones políticas específicas”, cuenta María Paz, y destaca que “pudimos ver que en los grupos se mostraba un alto nivel de acuerdo en sus decisiones, lo que subraya el papel de los textos derivados de discusiones grupales como marcadores válidos de la ideología política individual”.
Este artículo fue publicado en la revista Nature Humanities and Social Sciences Communications, a cargo de los investigadores María Paz Raveau, Juan Pablo Couyoumdjian, Claudio Fuentes, Carlos Rodríguez y Cristian Candia.
Accede al artículo completo aquí: https://www.nature.com/articles/s41599-024-03379-6