La prestigiosa Revista Cerebral Cortex – que publica documentos sobre el desarrollo, la organización, la plasticidad y la función de la corteza cerebral, incluido el hipocampo – acaba de publicar el artículo Human Anterior Insula Encodes Performance Feedback and Relays Prediction Error to the Medial Prefrontal Cortex del PhD. Pablo Billeke, quien es investigador del área de neurociencias del Centro de Investigación en Complejidad Social (CICS) de la Universidad del Desarrollo y académico del Doctorado en Ciencias de la Complejidad Social (DCCS).
En un trabajo realizado junto a investigadores de la Université de Grenoble (Francia), el documento analiza la actividad en un área del cerebro llamada insula anterior, y cómo ésta codifica el feedback, es decir, todas esas claves o estímulos que nos indican cómo fue nuestro desempeño en alguna tarea, cómo codifica esta información y cómo la entrega a otras áreas del cerebro. Se estudiaron 19 sujetos pacientes con epilepsia que, a causa del estudio de su enfermedad, se les implantaron electrodos invasivos dentro de sus cerebros. Este tipo de registro de la actividad cerebral, que se denomina «electroencefalografía intracortical», dan una oportunidad única de ver el funcionamiento cerebral con una resolución muy alta. Los participantes realizaron cinco tareas diferentes que tenían feedback y se analizó si había alguna actividad específica para estos estímulos. Se descubrió que en la ínsula aparece una actividad eléctrica muy específica para este tipo de estímulo, independiente de la tarea que se está realizando: una actividad oscilatoria cerebral que tiene unas características muy específicas de frecuencia.
El Dr. Billeke señala que “no analizamos una tarea, sino que diferentes tareas en las cuales algunas eran más difíciles y habían más feedback negativos (o errores) y otras más fáciles, en donde habían más feedback positivos (o respuetas correctas). Porque independiente del tipo de tarea, esta dinámica que correlacionaba la predicción del feedback, se mantenía constante, es decir, la amplitud de esta actividad, se correlacionaba con lo que se denomina el error en la predicción”.
Asimismo, los investigadores concluyeron que esta actividad en la insula anterior, influye en la actividad de otras áreas el cerebro, que son “las típicamente relacionadas a lo que se llama ‘la monitorización del desempeño’ y que son las que, al final, van a influir otras áreas del cerebro relacionadas con ‘adaptar y corregir’ las conductas’”, señala Billeke.
¿Por qué es importante estudiar estos estímulos de feedback?
Mediante la codificación y análisis de estos estímulos, el cerebro y las personas, en particular, aprendemos del ambiente y de nuestros errores, y también de cuando nos va bien, “y esa señal de aprendizaje es crucial para poder adaptarnos a diferentes situaciones y para poder estudiar ciertas patologías que tienen alteradas el aprendizaje o, simplemente, estudiar cómo los seres humanos aprendemos a lo largo de la edad, como aprenden los niños, los adultos, y adultos mayores, que se ha visto que es diferencial a lo largo de la edad”, asegura el investigador del CICS.
El Artículo
Pablo Billeke, Tomas Ossandon, Marcela Perrone-Bertolotti, Philippe Kahane, Julien Bastin, Karim Jerbi, Jean-Philippe Lachaux, Pablo Fuentealba
Cerebral Cortex, bhaa017, https://doi.org/10.1093/cercor/bhaa017