En el marco del cambio climático y los esfuerzos por aminorar sus efectos, el investigador, Ph.D. en Ciencias de la Ingeniería mención Ingeniería Química y Bioprocesos, que formó parte del pabellón chileno en la COP25, habla sobre el último informe del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible.
En noviembre recién pasado se dio a conocer el Informe “El futuro de los alimentos provenientes del mar” del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible. Dada la gravedad de la actual crisis medioambiental mundial, urge saber de dónde sacar alimento para todo el planeta, y que este alimento, además, sea rico en Omega 3, proteínas y minerales. En este escenario, el documento concluyó que, “con una mejor gestión e innovación tecnológica, el océano podría proveer seis veces más alimento de lo que provee hoy en día, equivalentes a más de dos tercios de la proteína animal necesaria para alimentar a la futura población mundial” (Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO]).
La conclusión llama la atención tras las numerosas sugerencias hechas por distintas entidades por preservar el suelo marítimo y la extracción de sus recursos. En este contexto, el académico de la Facultad de Ingeniería y miembro del Claustro del Doctorado en Ciencias de la Complejidad Social (DCCS), Alex Godoy, quien forma parte de este Panel de Expertos y que, además, participó de la Conference of Parts (COP25), aclara los enunciados del informe respecto a sacar más rendimiento de la pesca oceánica.
Para apaciguar las consecuencias del cambio climático, una de las propuestas es disminuir el consumo de carne, pero “dado que no hay ningún alimento que pueda competir con los beneficios alimenticios de ésta, se está mirando hacia el Océano”, aclara Godoy. “El problema de la pesca no solo tiene que ver con los volúmenes de extracción, sino también en cómo se extrae”, asegura, dando a conocer que actualmente se están estudiando potenciales “granjas marinas”, que pudieran entregar las proteínas suficientes para poder reemplazar el consumo de carne y la explotación de la tierra.
Sostenibilidad e impacto ambiental
Estas granjas marinas, que permitirían una reproducción más rápida, están enfocadas no solo en peces, sino también en el cultivo de macro-algas que, cuando se mantiene en constante crecimiento, permite generar más biodiversidad. Del mismo modo, estarían los cultivos de mariscos, que permiten tener bancos de semillas. “La granja en sí, debe permitir la sostenibilidad. Pero si se hace hoy en día, por supuesto, que atenta contra el medio ambiente”, sostiene el académico.
Asegura que también hay un tema de cambio nutricional y social pues “el solo reemplazo no va a dar abasto, y será una sobreexplotación: debe haber una diversificación de los productos, y no centrarse en las mismas especies conocidas”. Esto debiera ser promovido en países con grandes costas, y apuntar a la pesca y granjas marinas sustentables que, además, “podría ser una fuente de ingreso importante para países con borde costero, que generalmente son más vulnerables.” Godoy recalca que “hay que incentivar las economías locales: la producción local de alimentos para consumo local, (…) pero eso es más bien un tema político”. La idea es “desincentivar la exportación y los precios más baratos”, ya que esto ocurre, básicamente, porque “no se ha internalizado el impacto social ambiental de esa producción masiva de alimentos en donde no traspasamos el costo del daño ambiental”, finaliza.
El valor de los bienes y servicios derivados del Océano alcanza los 2,5 billones de dólares al año – una cantidad que se espera que se duplique de aquí a 2030. El océano apoya a una multitud de sectores tales como el turismo, la pesca, la navegación, el transporte marítimo y la producción energética, y es objeto de un interés creciente para la minería y las compañías biomédicas. El océano alimenta a 3.000 millones de personas, que dependen del mar como fuente primaria de proteína (Fuente: oceanpanel.org).